El principio técnico de las bolsas de envasado al vacío, además de impedir el crecimiento y la multiplicación de microorganismos en su interior, también se utiliza para prevenir la oxidación de los alimentos.
Las bolsas de envasado al vacío se dividen en bolsas para congelación y bolsas para cocinar. Las bolsas para congelación son muy comunes para alimentos como nueces, carne de res, cordero, bolas de arroz, dumplings, etc. Se pueden encontrar en cualquier supermercado. Cada vez más alimentos congelados se envasan al vacío, principalmente para conservar su calidad y frescura.
Las bolsas de envasado al vacío para alimentos congelados deben tener una buena resistencia al impacto, incluyendo resistencia a la tracción y elongación a la rotura, lo que refleja su capacidad para soportar estiramientos durante su uso. Si estas propiedades no son adecuadas, las bolsas son propensas a romperse y dañarse. Tras el envasado al vacío, los alimentos congelados deben transportarse, cargarse, descargarse y colocarse en los estantes, entre otros procesos. Durante estas actividades, la bolsa se daña fácilmente por fuerzas externas. Si su resistencia al impacto es baja, es muy fácil que se rompa y se abra, lo que no solo afecta la apariencia del producto envasado, sino que también anula su función como envase.
Además, incluye indicadores de barrera a los gases, como la permeabilidad a los gases; indicadores de resistencia al aceite, al calor, al frío y a medios; fuerza de sellado y apertura de la bolsa, resistencia a la presión y a las caídas, entre otros. Estos indicadores reflejan la fiabilidad de la protección del embalaje interior de la bolsa de envasado de alimentos.
Buena ductilidad, resistencia al desgarro, no se rompe fácilmente
Las bolsas termosellables de tres lados son aptas para la mayoría de las máquinas termoselladoras.
Todos los productos se someten a una prueba de inspección obligatoria en nuestro laboratorio de control de calidad de última generación y obtienen un certificado de patente.