Bolsa para mascarillas

Bolsa para mascarilla 1

En los últimos dos años, el mercado de mascarillas ha experimentado un crecimiento exponencial, y la demanda se ha transformado. El aumento en la longitud de la cadena de suministro y el volumen de distribución impulsan a las empresas a envasar sus mascarillas de esta manera. Se trata de un mercado en auge, con un crecimiento constante. Para las empresas de envases flexibles, el futuro se presenta lleno de necesidades y desafíos, ofreciendo oportunidades de negocio ilimitadas. Ante un mercado favorable, los fabricantes de envases flexibles seguirán mejorando sus niveles de producción y la calidad de sus productos para consolidar su posición en el mercado.

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Características y estructura de la bolsa para mascarillas

Hoy en día, las mascarillas faciales de alta gama se han convertido en tendencia. Además de ofrecer un excelente rendimiento y textura en bolsas de aluminio, también requieren una mayor vida útil. La mayoría de las mascarillas tienen una vida útil superior a 12 meses, y algunas incluso de 36 meses. Con una vida útil tan prolongada, los requisitos básicos para el envase son: hermeticidad y alta barrera. En función de las características de consumo de la mascarilla y los requisitos de su vida útil, se determinan la estructura del material y los requisitos de la bolsa de envasado.

Actualmente, las estructuras principales de la mayoría de las mascarillas son: PET/AL/PE, PET/AL/PET/PE, PET/VMPET/PE, BOPP/VMPET/PE, BOPP/AL/PE, MAT-OPP/VMPET/PE, MAT-OPP/AL/PE, etc. En cuanto a la estructura del material principal, se utilizan principalmente películas aluminizadas y de aluminio puro en el empaque. En comparación con el aluminio chapado, el aluminio puro ofrece una buena textura metálica, un color blanco plateado y propiedades antirreflejos. El aluminio es un metal blando, y se pueden personalizar productos con diferentes materiales compuestos y espesores según las necesidades, en línea con la búsqueda de una textura más marcada en productos de alta gama, lo que permite que las mascarillas de alta gama reflejen mejor su presentación en el empaque. Por ello, la evolución de los requisitos funcionales básicos de las bolsas de empaque para mascarillas, desde las más sencillas hasta las más exigentes, que buscan un mayor rendimiento y una mejor textura, ha contribuido a la transición de las bolsas chapadas en aluminio a las de aluminio puro. Más allá de la estética, las funciones de almacenamiento y protección de la bolsa son mucho más importantes que las de la decoración. Sin embargo, mucha gente lo pasa por alto.

Según el análisis de las materias primas, las bolsas para mascarillas se dividen principalmente en dos tipos: bolsas aluminizadas y bolsas de aluminio puro. Las bolsas aluminizadas se fabrican recubriendo uniformemente una película plástica con aluminio de alta pureza mediante un proceso de vacío a alta temperatura. Las bolsas de aluminio puro, compuestas de lámina de aluminio y película plástica, son un producto derivado de la cadena de valor del aluminio, lo que mejora las propiedades de barrera, sellado, retención de fragancia y protección del plástico. En otras palabras, las bolsas de aluminio puro para mascarillas se ajustan mejor a las exigencias del mercado actual.

Puntos de control de producción de bolsas de embalaje de mascarillas

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1. Impresión

Desde la perspectiva del mercado y del consumidor, las mascarillas se consideran productos de gama media y alta, por lo que su decoración básica requiere requisitos distintos a los de los envases de alimentos y otros productos de uso diario. Es fundamental comprender las expectativas del consumidor. Por ejemplo, en la impresión sobre PET, la precisión y la reproducción del color deben ser mayores que en otros envases. Si la norma nacional es de 0,2 mm, la impresión en las zonas secundarias de las bolsas de mascarillas debe cumplir con este estándar para satisfacer mejor las necesidades de los clientes. En cuanto a las diferencias de color, los clientes de envases de mascarillas son más exigentes que los de las empresas de alimentos. Por lo tanto, en la etapa de impresión, las empresas que fabrican envases para mascarillas deben prestar especial atención al control. Además, los sustratos de impresión deben cumplir con requisitos más exigentes para lograr una impresión de alta calidad.

2. Compuesto

Tres aspectos principales del control de materiales compuestos: arrugas, residuos de disolventes, puntos de lino y burbujas de aire anormales. Estos tres aspectos son factores clave que afectan la tasa de éxito del producto final en las bolsas de envasado de mascarillas faciales.

arruga compuesta

De la estructura anterior, se observa que la bolsa de empaque para mascarillas se compone principalmente de aluminio puro. Este aluminio se extiende a partir de metal puro hasta formar una lámina muy delgada. El espesor de uso básico oscila entre 6,5 y 7 µm. La membrana de aluminio puro es muy propensa a arrugarse o presentar defectos durante el proceso de fabricación, especialmente en máquinas de fabricación automática. Durante este proceso, debido a la irregularidad en la unión automática del núcleo de papel, es común que la película de aluminio quede desnivelada y se arrugue o se desprenda fácilmente tras su aplicación. Para solucionar el problema de las arrugas, se pueden tomar medidas posteriores para reducir las pérdidas ocasionadas. Una vez que el adhesivo se estabiliza, se puede optar por rebobinar, por ejemplo, utilizando núcleos de papel más grandes para lograr una mejor adhesión.

residuo de disolvente compuesto

Dado que el empaque de las mascarillas contiene principalmente aluminio o aluminio puro, y en el caso de los materiales compuestos, también contiene aluminio o aluminio puro, lo cual dificulta la volatilización del solvente. De hecho, la volatilización de solventes es fatal. Esto se indica claramente en la norma GB/T10004-2008 "Películas y bolsas de plástico compuesto: secado por compresión y extracción". Esta norma no es aplicable a películas y bolsas de plástico fabricadas con materiales plásticos y compuestos de papel o aluminio. Sin embargo, la mayoría de las empresas de empaque de mascarillas se rigen por la norma nacional. Para las bolsas de aluminio, esta norma puede resultar engañosa. Si bien la norma nacional no establece requisitos claros, es fundamental controlar los residuos de solvente durante la producción, ya que se trata de un punto de control crítico. Según la experiencia, es posible mejorar la selección del adhesivo, la velocidad de la máquina de producción, la temperatura del horno y el volumen de descarga del equipo. Por supuesto, en este sentido, es necesario analizar y optimizar el equipo y el entorno específicos.

Líneas compuestas, burbujas

Este problema también está muy relacionado con el aluminio puro, especialmente cuando la estructura del compuesto PET/Al es más propensa a presentar este fenómeno. Se acumulan numerosos puntos cristalinos en la superficie del compuesto, o bien se produce el fenómeno de burbujas. Existen varias razones principales: materiales del sustrato: una superficie deficiente del sustrato facilita la formación de burbujas; un exceso de puntos cristalinos en el PE del sustrato también es una causa importante. Las partículas gruesas también pueden provocar problemas similares durante la unión. En cuanto al funcionamiento de la máquina: una volatilización insuficiente del disolvente, una presión insuficiente del compuesto, la obstrucción del rodillo de la malla adhesiva superior y la presencia de materias extrañas, entre otros factores, también pueden producir fenómenos similares.

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3. Fabricación de bolsas

El control del proceso final depende principalmente de la planitud de la bolsa y la resistencia y apariencia del borde. En el proceso de producción, la planitud y la apariencia son más difíciles de controlar. Dado que su nivel técnico final está determinado por el funcionamiento de la máquina, el equipo y los hábitos de los empleados, es muy fácil que las bolsas presenten rayaduras y anomalías como bordes desproporcionados. En el caso de bolsas para mascarillas, esto es inaceptable. Para abordar este problema, podemos controlar las rayaduras desde los aspectos más básicos de las 5S. Como gestión básica del entorno del taller, es fundamental asegurar que la máquina esté limpia, libre de cuerpos extraños y que funcione correctamente. Esta es una garantía básica de producción. Es necesario fomentar buenos hábitos. En cuanto a la apariencia, existen requisitos generales para el borde y su resistencia. Las líneas deben ser finas y se debe utilizar una cuchilla plana para presionar el borde. Este proceso también supone una gran prueba para los operarios de la máquina.

4. Selección de sustratos y materiales auxiliares

El polietileno (PE) utilizado en las mascarillas debe ser funcional, resistente a la suciedad, a los líquidos y a los ácidos. Además, debe ser fácil de rasgar, lo que facilita su uso por parte del consumidor. La presencia de puntos de cristalización es un aspecto clave en el control de producción, ya que de lo contrario se producirán defectos en el proceso de fabricación. Dado que el líquido de la mascarilla contiene alcohol, el adhesivo debe ser resistente a diversos medios.

en conclusión

En general, la fabricación de bolsas para mascarillas requiere atención a muchos detalles durante el proceso de producción, ya que sus requisitos difieren de los del embalaje convencional. Por ello, la tasa de pérdidas en las empresas que fabrican bolsas flexibles suele ser relativamente alta. Es fundamental que cada uno de nuestros procesos sea meticuloso y que se incremente continuamente la tasa de productos terminados. Solo así las empresas de embalaje de mascarillas podrán aprovechar la oportunidad en el mercado y consolidarse como líderes.


Fecha de publicación: 14 de octubre de 2022